Las casas Passivhaus, también conocidas como casas pasivas, son viviendas diseñadas para lograr una máxima eficiencia energética y un confort térmico superior. Este estándar de construcción se originó en Alemania en la década de 1990 y se ha consolidado como un referente en arquitectura sostenible.

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Principios fundamentales de una casa Passivhaus

Aislamiento térmico óptimo: Se emplean materiales de alta calidad para minimizar la pérdida de calor en invierno y mantener el frescor en verano.
Eliminación de puentes térmicos: Se evita cualquier punto de la estructura que pueda facilitar la transferencia de calor no deseada, garantizando una envolvente térmica continua.
Hermeticidad al aire: La construcción es extremadamente hermética, previniendo infiltraciones de aire que puedan afectar la eficiencia energética y el confort interior.
Ventanas de altas prestaciones: Se instalan ventanas con triple acristalamiento y marcos aislantes que optimizan la ganancia solar y minimizan las pérdidas térmicas.
Ventilación mecánica con recuperación de calor: Un sistema de ventilación controlada asegura la renovación constante del aire interior, recuperando el calor del aire saliente para calentar el entrante, lo que mejora la calidad del aire y reduce el consumo energético.

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Beneficios de vivir en una casa Passivhaus

  • Ahorro energético significativo: Estas viviendas consumen hasta un 80% menos de energía en comparación con las construcciones tradicionales, lo que se traduce en facturas de energía considerablemente más bajas.
  • Confort térmico superior: Mantienen una temperatura interior constante y agradable durante todo el año, eliminando corrientes de aire y zonas frías.
  • Calidad del aire interior: Gracias al sistema de ventilación con filtrado, el aire dentro de la vivienda está libre de contaminantes, polen y humedad excesiva, promoviendo un ambiente saludable.
  • Reducción de emisiones de CO₂: Al disminuir drásticamente el consumo energético, se contribuye a la reducción de la huella de carbono, apoyando la lucha contra el cambio climático.

Cómo transformar tu vivienda en un modelo sostenible

Si deseas adaptar tu hogar actual a los estándares Passivhaus, considera los siguientes pasos:

Evaluacion energetica

Realiza una auditoría energética para identificar áreas de mejora en aislamiento, sistemas de calefacción y ventilación.

Mejora del aislamiento

Añade o mejora el aislamiento en paredes, techos y suelos para reducir pérdidas térmicas.

Sustitucion de ventanas

Instala ventanas de altas prestaciones con triple acristalamiento y marcos aislantes.

Implementacion de sistemas de ventilacion eficientes

Incorpora un sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor para asegurar una óptima calidad del aire interior.

Eliminacion de puentes termicos

 Revisa y corrige elementos constructivos que puedan generar pérdidas de energía.

Hermeticidad

Sella adecuadamente todas las posibles infiltraciones de aire no deseadas en la envolvente del edificio.

Es recomendable contar con profesionales especializados en arquitectura sostenible para llevar a cabo estas mejoras y asegurar que se cumplan los estándares deseados.

Preguntas frecuentes sobre las casas Passivhaus

Aunque la inversión inicial puede ser superior a la de una vivienda convencional, el ahorro energético a largo plazo y los beneficios en confort y salud compensan con creces el gasto inicial.

Sí, es posible certificar una vivienda reformada siempre que cumpla con los estrictos criterios establecidos por el estándar Passivhaus.

No necesariamente. Gracias a su diseño eficiente, muchas casas Passivhaus pueden prescindir de sistemas de calefacción convencionales, utilizando fuentes de calor internas y ganancias solares para mantener el confort térmico.

El diseño Passivhaus se adapta a diferentes climas, implementando estrategias específicas para maximizar la eficiencia energética según las condiciones locales.

Una casa pasiva se centra en la eficiencia energética y el confort térmico mediante técnicas específicas de construcción, mientras que una casa ecológica abarca un espectro más amplio de prácticas sostenibles, incluyendo el uso de materiales ecológicos, gestión del agua y generación de energía renovable.